No aprendemos nada de nuestro pasado

Hoy voy a poner, a consideración de nuestros lectores, el tango “EL CAMBALACHE”, con el fin de poder ilustrar lo que es nuestra sociedad, aun hoy dia, y que nada ha cambiado, a pesar de que su autor, Enrique Santos Discépolo, lo escribiera el siglo pasado.

“Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé

En el 510 y en el 2000 también

Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafa'os

Contentos y amarga'os, valores y doblé

Pero que el siglo 20 es un despliegue

De maldad insolente, ya no hay quien lo niegue

Vivimos revolca'os en un merengue

Y, en el mismo lodo, todos manosea'os.

Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor

Ignorante, sabio o chorro, pretencioso estafador

Todo es igual, nada es mejor

Lo mismo un burro que un gran profesor

No hay aplaza'os, ¿qué va a haber? Ni escalafón

Los inmorales nos han iguala'o

Si uno vive en la impostura y otro afana en su ambición

Da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos

Caradura o polizón

¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!

Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón

Mezcla'o con Toscanini, va Escarfaso y Napoleón

Don Bosco y La Mignón, Carnera y San Martín

Igual que en la vidriera irrespetuosa

De los cambalaches se ha mezcla'o la vida

Y herida por un sable sin remaches

Ves llorar la Biblia junto a un calefón

Siglo veinte, cambalache problemático y febril

El que no llora no mama y el que no afana es un gil

Dale nomás, dale que va

Que allá en el horno se vamo' a encontrar

No pienses más, sentate a un la'o

Que a nadie importa si naciste honra'o

Si es lo mismo el que labura

Noche y día como un buey

Que el que vive de las minas

Que el que mata, que el que cura

O está fuera de la ley