¡A esta mesa le falta una pata!

La verdad, creo que si no apostamos a la unidad de los argentinos, difícil que podamos salir de la crisis que estamos sufriendo todos los argentinos.

 

Sabemos que estamos pasando por una de las crisis más sentidas de los últimos tiempos; no sólo por la situación de la economía nacional sino, en el caso de nuestra provincia y municipio de nuestra Capital, los trabajadores son ninguneados a la hora de  elaborar y desarrollar los proyectos para salir del estado de estancamiento en que se encuentra.

 

Hay un dicho que reza que “muchas veces se unen por el espanto antes que por convicción”. Y parece que hay hechos y acciones políticas que están marcando los objetivos a alcanzar, no ya en soledad, sino mancomunadamente, pero por el susto.

 

Siempre nos dijeron que las crisis sirven para levantarse y comenzar a caminar para recuperarse. Y creo que si  existiera voluntad política y honestidad para comenzar el camino de la recuperación y desarrollo de todas nuestras potencialidades, seguro que de esta malaria vamos a salir muy pronto. Pero para ello necesitamos descartar las mezquindades, hacer un culto a la ética y a la honestidad en el manejo de la cosa pública.

 

Y fundamentalmente que todos los sectores de nuestra sociedad estén integrados en ese proyecto de recuperación de nuestra querida Argentina y Salta.

 

Se recuperó la idea del proyecto, siempre vigente del Norte Grande, y se habla de aunar esfuerzos para proyectarnos como región a un proyecto nacional, equitativo e inclusivo; sobre todas de nuestras provincias marginales, pero falta una pata, la de las organizaciones de los trabajadores.  Porque ellos también tienen ideas y proyectos que aportar a este gran proyecto regional y nacional. Y por lo tanto no pueden estar ausentes de la mesa chica donde se está cocinando el futuro de nuestra provincia, municipio o país. Los proyectos no lo hacen ni ejecutan solos el gobierno, los empresarios o productores, sino también los trabajadores.

 

No vemos la representación del movimiento obrero ni en el Norte Grande ni en la Mesa Federal que lanzó nuestro gobernador, Gustavo “me da hasta ahicito”Sáenz. Solo empresarios y gobierno. Los trabajadores solo existen para trabajar en las condiciones que ellos impongan y no los necesita para pensar, y mucho menos para aportar ideas y proyectos.  Parecería que esa es la idea que se tiene.

 

Pero la culpa no la tiene el chancho sino quien le da de comer. Las organizaciones gremiales de nuestra provincia y la región, por ejemplo, podrían convocar a un encuentro del Norte Grande  y comenzar a participar con ideas y proyectos, como construir ese futuro que anhelamos.

 

 Creo que los trabajadores están en condiciones de aportar, y mucho, al proyecto de una Argentina Grande, integrada y equitativa.

 

Hasta ahora a esta mesa del Litio, por ejemplo; y mostrándose como el BOOM de los últimos tiempos en nuestra provincia o región, le falta una pata, que es la de los trabajadores en la mesa chica de las grandes decisiones.

Nuestros gobernantes, no pueden estar en permanente equilibrio para mantener y hacerla funcionar una mesa que le falta una pata.

 

¡Será posible romper con las mezquindades y pensar  en el TODO?