Si no hay conducción, brotan los kioskos personales

Si bien esto no es nada nuevo en la actual administración, en estos días se potenció mucho la falta de conducción en la municipalidad de la Ciudad de Salta.

 

Como lo hemos manifestado en una oportunidad, en esta misma columna, la municipalidad parece que está gobernada por un zoológico de un acotado reino animal. Hay un Loro y un mono ya que no hay ninguna decisión política, administrativa o financiera que no pasen por ellos dos.

 

Nada se mueve en la municipalidad, si no pasa antes por ambos. Obviamente que, salvando el buen honor del intendente, Gustavo “Rubertiño” Sáenz, todo se hace con la anuencia de él, ya que aunque no siempre participa directamente en la toma de decisiones administrativas, es evidente que las más de las veces su ausencia física en el CCM, provoca que algunas de ellas genere un marcado descontento, ya de los trabajadores municipales como de algunos contribuyentes.

 

Hay un desconcierto en la municipalidad donde a simple  vista, ante tantos kioskos como funcionarios hay. Y quizás sólo se puedan agiornar, en algunas respuestas, cuando el intendente toma el mando efectivo de la conducción y en un arranque de autoridad deslucida, pone en vereda a algunos funcionarios díscolos.

 

A decir de algunos municipales (incluso  funcionarios),  el caso más patente de como se está manejando la municipalidad, fue el caso de la conciliación obligatoria, por el PASE a PLANTA PERMANENTE, con la UTM en la Secretaría de Trabajo.

 

Cuando todos creían que la presentación de la Resolución 002/19 iba a ser un trámite para que se firme el acuerdo con la UTM, resultó que los dirigentes gremiales rechazaron de plano la misma por ser discriminatoria, inconsulta y  en nada acorde al CCT y al dictamen de la procuración municipal que decía una cosa y la Resolución otra.

 

Y la evidencia de que algo no funciona en la comuna, y de que realmente no hay conducción, fue cuando el Jefe de Gabinete, el “Patán” García Salado, desconocía el contenido de ese instrumento, y se desayunó en la misma conciliación.

 

Ahí, ante el grupo de dirigentes y trabajadores municipales, sus representantes debieron reconocer que no era eso lo que se había acordado en conversaciones previas con la UTM. Y que por alguna razón desconocida por ellos, se lo redactó al capricho de otro funcionario. Y no faltó quien dijera, en los pasillos de la Secretaría de Trabajo, que era la mano del “Mono” Demitrópulo, para premiar a algunos amigos de la agrupación política que están trabajando a full por “Rubertiño” Sáenz GOBERNADOR.

 

A decir de algunos analistas de la política municipal y de “Rubertiño”, en esta gestión no hay conducción...por eso la proliferación de tantos kioskos, cayendo casi en una anarquía política y administrativa.