¡Cuando la insensibilidad y la ambición siembran la pobreza!!!

Seguimos dando rienda suelta a la morbosidad de contar nuestros muertos por desnutrición...como  queriendo descubrir de quién es la culpa de que eso pase...mientras muchos se dicen “YO NO FUI”    

 

Sin dudas que cada muerte de un niño, sea de pueblos originarios o de cualquier ciudadano, nos debe causar dolor y vergüenza a la vez. Y sí... tienen nombre y apellido los que a lo largo de la historia de nuestro país, fueron forjando un sistema de desigualdades económicas y sociales, con sucesivos gobiernos que fomentaron la acumulación de la riqueza en manos de unos pocos, llevando a la extrema pobreza a muchos.

 

Que propiciaron la explotación indiscriminada de las riquezas naturales, depredando el hábitat natural de los que allí viven... como es en el caso de las comunidades aborígenes que sufren en nuestro Chaco Salteño.

 

Las muertes de nuestros niños... el hambre de millones de argentinos no es producto de una crisis circunstancial del momento. Es la causa de muchos años de total abandono de parte de nuestros gobiernos.

 

Y que nadie se venga a rasgar las vestiduras por lo que hoy están encontrando. Porque muchos de los que hoy usufrutuan suculentos sueldos a nivel provincia o municipal, como funcionarios políticos (que causa vergüenza ajena por las diferencias nominales entre un empleado de mayor jerarquía y ellos), son los mismos que llevaron a que esas poblaciones se encuentren marginados y  sin expectativa de  vida... Y justamente son ellos los que ahora dicen cómo hacer para remediar esta gravísima situación de extrema pobreza en que se encuentran las comunidades de los pueblos originarios.

 

¿Por qué no son honesto y comienzan  a pagar parte de sus culpas, o indiferencia, y más allá de congelarse los sueldos, hacen un aporte del 10% de sus sueldos para la causa? Y esto van para los famosos AP, que algunos cobran “sueldazos”  pero no sabemos ni qué hacen y si realmente son necesarios donde dicen que están.

 

Y mientras tanto, que se vaya ejecutando un plan de desarrollo para la región en toda su real dimensión

 

Plata hay para ayudar a los hermanos del norte, pero eso sí, hay que ordenar los recursos, administrarlos bien, y direccionarlos donde sean necesarios… y que nadie se quede con el vuelto.

La pobreza y el hambre es nuestro karma... y no podemos mirar para otro lado... Ese es el desafío que debemos asumir.