El pueblo tiene memoria…los dirigentes la acomodan a sus intereses

El 24 de marzo, lo recordamos (algunos con dolor, otros con resentimientos y muchos otros con indiferencia); pero parece que no hemos aprendido nada de las lecciones de la historia.

 

Recuerdo que se nos enseñaba, que el pueblo que no tiene memoria, que no quiere saber de su pasado, evidentemente  no tiene futuro.

 

Pero el pueblo sí tiene memoria, porque ese pasado que golpeó a sus padres, abuelos y amigos, sigue presente aún hoy.

 

La memoria del hambre, que duele cuando se nos muere un niño por desnutrición, es porque el pasado de marginalidad y desprecio como ser humano, es tan presente  como lo fue en el pasado. Vaya juegos de palabras, pero sí entendemos de que hablamos.

 

El pueblo; el ciudadano de a pie, como  se dice, sí tiene memoria de muchos sufrimientos que han pasado cuando chicos y, hoy ya grande, ven que sus hijos siguen con las mismas carencias porque nada ha cambiado; todo sigue igual, solo se recuerda promesas incumplidas por distintos candidatos y gobiernos. Cambió el collar, de distintos colores, pero el perro sigue siendo el mismo. Lejos van quedando sus esperanzas de una vida decente y con dignidad, sin oportunidades  y posibilidades de vivir un poco mejor. Y apelando a su memoria, solo ven que su pasado es como su presente, vivir y morir como se puede.

 

La memoria de este 24 de marzo, conmemorando un hecho avergonzantemente horroroso para los argentinos, no es lo mismo para el que lo sufrió personalmente o por otras víctimas del terrorismo, que aquellos que haciendo honor a su clan dominante en la sociedad, siguen  acomodando su memoria, de esos luctuosos momentos de nuestra historia, anteponiendo sus propios intereses mezquinos; sin importarles de aquellos que viven en la marginalidad  y exclusión.

 

Son estos desmemoriados que no les importa el drama de la mayoría de los argentinos que sufren por la falta de trabajo, el sueldo que se lo va licuando por la inflación... o simplemente  no ven ningún futuro en su vida. Y son ellos los que se dan el  lujo de seguir alimentando la grieta de las desigualdades, donde  por medio del saqueo de las riquezas del país, quieren  seguir manteniendo sus privilegios de clase dominante.

 

Es por eso que, en la situación de crisis económica, social, política y falta de ética y honestidad que vive hoy el país, no vemos que se busque un gran acuerdo nacional para sacar al país del pozo en que se encuentra. Los dueños del poder, prefieren seguir ignorando la memoria del pasado y seguir apostando a los desencuentros que, a lo largo de la historia, nos llevó al enriquecimiento de unos pocos en base al empobrecimiento de muchos.

 

Es hora que todos nos pongamos la camiseta de la Argentina, porque el pueblo no tiene que pagar los desaguisados que hicieron aquellos que defraudaron la confianza de sus votantes. El pueblo no se quedó con un peso de la deuda contraída con el FMI. Entonces que los que  la tomaron, inescrupulosamente, sean los que paguen con su patrimonio.

 

Pero mientras tanto, ¿no podemos unirnos en una idea consensuada para sacar al país adelante? Eso si realmente somos argentinos, sino sáquense la careta y digan  a qué amo están sirviendo.