El diputado oficialista y secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, reclama que se discuta una modificación profunda del impuesto a las Ganancias. También opina sobre la actitud de la CGT durante este gobierno, la pobreza y los debates no resueltos en el Frente

 

En una entrevista con El Cronista, el dirigente gremial, que cerró hace algunas semanas un primer tramo de su paritaria 2023, reflexiona sobre el horizonte económico y las negociaciones que se vendrán a nivel de salarios. También sobre las indefiniciones dentro del Frente de Todos -donde se posiciona como uno de los alfiles sindicales de la Vicepresidenta Cristina Kirchner pese a su pasado radical-, las deudas del Gobierno y el debate interno pendiente más allá de las candidaturas.

 

¿Hay chances de modificar el impuesto a las Ganancias más allá de los parches?

"En el Parlamento argentino hoy no hay posibilidad de discutir casi nada. En primer lugar porque hay una decisión política errónea de la oposición de no querer discutir nada porque es año electoral. Y el segundo impedimento es que parte de ese impuesto es coparticipable, entonces tenés una discusión con las provincias. Pero creo que en definitiva vamos a tener que discutirlo", señala Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria y diputado por el Frente de Todos.

 

-El Ministerio de Economía resolvió una eximición del pago de Ganancias sobre diversos ítems del salario que benefició a 600 mil trabajadores y trabajadoras, muy similar al visto bueno que consiguió La Bancaria por parte de la Secretaría de Ingresos Públicos ante su reclamo, luego de la última negociación paritaria...

-Esta es una política que empezó con otras organizaciones sindicales donde se permite el desglose porque no es que vos dejas de pagar sobre eso. Lo que permiten es deducir esos importes por separado de lo que es la ganancia no imponible que es el 40% de un número determinado que se fija. Ese 40% es de aproximadamente $ 180.000 y quiere decir que vos podés deducir hasta $ 180.000 por diversos conceptos que figuran en el artículo 82 y en el artículo 26 de la Ley de Ganancias. Sobre el saldo que te queda es que aplicas Ganancias. Lo que ha hecho la Secretaría de Ingresos Públicos con los bancarios es decir "bueno este ítem X, como en nuestro caso la falla de caja, es separado de todos los ítems"; entonces vos podés deducir hasta $ 180.000 por eso, y por cada ítem acordado, y sobre el saldo liquidás el impuesto. No es que te elimine el rubro sino que te permite desglosarlo y vos pagás sobre el saldo. Obviamente tiene un impacto en el salario del trabajador porque paga mucho menos y en algunos casos hasta deja de pagar.

 

-También consiguieron un bono que compensa el pago por este tributo, ¿es eso un precedente que continuará?

Todavía no estaba esta resolución de la Secretaría de Ingresos Públicos. El año que viene habrá que evaluar, qué impacto sigue teniendo Ganancia en el salario, pero en el fondo ojalá podamos discutir una nueva Ley de Ganancias, que le ponga más claridad a este impuesto, mal llamado Impuesto a las Ganancias porque un salario no es ganancia. Está claro que la ley tiene deficiencias muy grandes, básicamente porque los rangos salariales que se toman para determinar las escalas están disociados de lo que sería el mínimo imponible. Hay que modificar esas escalas.

 

-Usted había presentado en su momento un proyecto en la Cámara de Diputados, no es el único, ¿por qué no se discuten?

-La oposición ni siquiera se sienta a discutir la creación de universidades que ellos mismos propusieron y nosotros le damos acuerdo. Y el segundo impedimento es que parte de ese impuesto a las Ganancias es coparticipable, entonces tenés una discusión con las provincias. Pero en algún momento va a haber que corregirlo porque si no vas a tener una discusión por un lado de la ley y por otro lado con cada sindicato sobre cómo afecta y no afecta la paritaria. Entonces preferible modificar una ley que seguir haciendo acuerdos individuales.

 

El futuro de las paritarias bancarias

-¿Quedaron conformes con el resultado de la paritaria bancaria?

-Sí, estamos conforme básicamente porque el secreto de una paritaria es donde se le pone la fecha de revisión de la misma. Nosotros hemos firmado por seis meses y durante el primer y segundo mes no perdimos con la inflación; en el tercero, seguramente le vamos a ganar; en el cuarto puede haber una pequeña distorsión en contra pero ya en el quinto, que sería mayo, volvemos a ganar la inflación, suponemos. Y luego en la segunda quincena está la revisión. Con lo cual, en términos porcentuales, es una paritaria bastante aceptable.

 

-A nivel a nivel anual, se había hablado en algún momento de un esquema de 60% pero la última expectativa del REM arroja ya una proyección del 110% de inflación anual, ¿cómo puede impactar al momento de la reapertura?

-Hay que ver qué medidas económicas se toman para disminuir la inflación. Hasta ahora con el ritmo inflacionario que hay, puede haber una rebaja de la inflación, pero va a ser difícil sostener la pauta del 60% anual. Igual los trabajadores o las organizaciones sindicales sabemos cómo afrontar esas negociaciones, por eso tienen cláusula de revisión los acuerdos y existe la posibilidad siempre de pedir una reapertura de paritaria. En nuestro caso, hemos cerrado por un 32 y hemos acordado un bono por el Día del Bancario, bastante importante, además de la compensación por Ganancias. Cuando nos sentemos a rediscutir la paritaria veremos cómo viene ese proceso y en función de eso serán las cláusulas de revisión: puede ser una, dos o tres para no perder contra la inflación

 

-¿Podrían avanzar a un esquema de paritarias bimestrales?

-Vos podés arreglar un monto por lo que queda del semestre, pero si le pones cláusula de revisión en el medio, se tiene que reabrir la paritaria cada vez que tenés una revisión.

 

-Durante la negociación se pusieron sobre la mesa reclamos gremiales por las tercerizaciones y contra resoluciones del Banco Central del gobierno anterior que no se modificaron, ¿hubo algún compromiso en ese sentido?

-De acuerdo a disposiciones que había de la época de (Federico) Sturzenegger en adelante, con solo notificar el cierre de una sucursal bancaria, se podía hacer. Y los bancos cerraban y después tenían que discutir que pasaba con esos trabajadores con ofertas de retiro voluntario que muchas veces terminaban aceptando por la fuerza. El Central ha mantenido después de la paritaria una política restrictiva y autoriza, mínimamente, el cierre de sucursales, no muchos, y esperemos que siga en esa línea. Después hay otro tipo de cuestiones, como que los bancos tercerizan tareas, y ya hemos avanzado con Nación Servicio que pasaron a ser bancarios y estamos en discusión con otras entidades. Estamos en un tramo final de esa discusión para que el Ministerio se expida sobre algunas actividades que desarrollan algunos bancos que deberían ser bancarios. Después emitiremos una opinión.

 

El rol de la CGT y los gremios

 

-¿Cómo definiría la actitud de la CGT durante este gobierno?

-La CGT ha tenido una actitud prudente. Hay que entender que tuvimos un año y medio de aislamiento obligatorio prácticamente y eso afectó hasta las propias organizaciones, no sólo sindicales. Después hubo un conflicto bélico que elevó los precios en el mundo de alimentos y energía y creo que esa actitud prudente en algún caso debió ser más firme para acompañar al Gobierno frente a los formadores precios. Y también me hubiera gustado otra actitud cuando fue el intento de magnicidio de la Vicepresidenta y que no se agotara en un simple comunicado. Debimos haber tomado algún otro tipo de medidas desde el movimiento obrero.

 

-¿La debilidad en las calles del Gobierno es causa o efecto de las decisiones que se amagaron con tomar pero no se concretaron?

-Son diversas circunstancias: la primera, cuando tomás decisiones fuertes en materia política para enfrentar corporaciones o poderes establecidos como el económico, necesitas inexorablemente el acompañamiento del pueblo, porque está claro y a la vista que el poder económico tiene una vinculación muy fuerte con el Judicial. Por ejemplo, declarar servicio público la internet, el cable y la telefonía como intentó el Presidente Alberto Fernández: necesitás del apoyo popular masivo para llevar adelante esas políticas. Y esas políticas se tomaron en un tiempo en donde no podías salir a la calle a militar para generar conciencia en la sociedad. Se tomaron en el medio de una pandemia, al igual que lo de Vicentín, y no pudieron contar con esa masividad de expresión en la calle. Creo que este es un punto central de por qué no se pudo impulsar ese tipo de política. Después sí, claro está, toda gestión de gobierno tiene su desgaste y ya impulsarla en este tiempo pre-electoral es difícil

 

-Se habla de una convocatoria gremial para el 1 de mayo. En 2022 terminó siendo fragmentada con un documento de solo de algunas organizaciones, ¿este año electoral puede cambiar eso o se va a magnificar la división?

-Creo que si hay una convocatoria, la movilización tiene que ser con consignas muy claras: una renegociación del acuerdo con el FMI; que los sectores poderosos de la Argentina contribuyan a resolver la crisis social ya que ellos durante la pandemia recibieron ayuda y hoy la sociedad argentina tiene un problema muy serio, y creo también que tiene que ser para terminar con situaciones donde la Justicia interfiere en las decisiones de la política. Tienen que ser tres consignas dentro de otras más, pero tienen que ser tres consignas centrales. Si no hay un compromiso de "termina la marcha y seguimos militando por esa consigna", convocar a una reunión el 1 de mayo será para conmemorar la fecha y nada más.

 

-Hoy la agenda política del Frente de Todos parece centrada en el juicio a la Corte Suprema. Más allá de la vinculación que señalan entre Justicia y economía, ¿no corre el riesgo de ser una estrategia alejada de la necesidad más inmediata del bolsillo?

-Creo que hay que poner un orden de prioridad y el primer lugar tiene que ser obviamente recuperar los ingresos de los argentinos que la están pasando muy mal. Pero el segundo punto obviamente tiene que ser esta gama de situaciones y por qué la está pasando mal el pueblo argentino: porque tiene un acuerdo con el Fondo que lamentablemente le va a impedir la posibilidad de crecimiento. Y además cómo inciden las acciones del Poder Judicial. Recuperar los ingresos es fundamental y prioritario pero lo otro tiene que ser parte de la agenda porque podés recuperar los ingresos pero cualquiera de estas cosas que no debatas y arregles puede alterarte en cualquier momento esa situación.

 

-Cuando se habla de recuperar los ingresos, la Vicepresidenta a menudo menciona la ecuación del reparto de la torta entre capital y trabajo durante sus gestiones. No obstante, la balanza no se modificó demasiado con respecto al gobierno pasado que tenía una lógica distinta a la debiera tener uno peronista...

-Sí, creo que es el gran debate, cómo recuperar esos porcentajes del gobierno de Cristina cuando la incidencia de salario sobre el PBI era casi el 52% y en la actualidad es del 43,7% y tiene una caída muy abrupta en el gobierno de Macri del 52% al 45,6% y nosotros no hemos podido revertir esa curva, en todo caso la hemos amesetado. Hay que dar esa discusión porque en la medida en que la brecha sea más grande va a ser inalcanzable el fifty/fifty que necesita cualquier sociedad. Es una deuda pendiente en conjunto con la recuperación del ingreso que tiene que ver íntimamente con cómo se distribuye la riqueza en la Argentina.

 

El futuro del Frente de Todos

 

-¿El Frente de Todos sigue siendo una opción competitiva en este escenario?

-Por los últimos días y las declaraciones de las principales referencias, el Frente de Todos está tratando de ordenarse, lo cual está bien. Y ojalá lleguemos con una propuesta electoral a la ciudadanía y con políticas en este último tramo del gobierno que lo vuelvan más competitivo para continuar en el gobierno. Un gobierno de Juntos por el Cambio, en cualquiera de sus expresiones, o de cualquier otra fuerza, sin duda traerán políticas de muchísimo ajuste para la sociedad argentina que serían intolerables con un nivel tan alto de pobreza.

 

-Daría la sensación que la renuncia de Macri dejó la iniciativa de ese lado  a nivel político...

-No lo veo así. El hecho de que Macri haya bajado una candidatura que nunca expresó que quería tener, no le da la centralidad política Creo que las dos coaliciones están con sus discusiones internas para definir métodos, candidatos y programas. Y la centralidad que puede haber tenido la decisión la decisión de Macri duró ese día: a la jornada siguiente, los problemas de JxC siguieron, y también las discusiones. Además la decisión de Macri era crónica de una renuncia anunciada: todo el mundo sabía que no podía ser candidato porque tiene un rechazo popular muy grande. Y tuvo "todas" las posibilidades para hacer lo que él quería con un programa de gobierno y fracasó, lo cual demuestra dos cosas: que no pudo corregir esto y que el sector empresario tiene un nivel de avaricia tan grande que no le importa tirar por la borda a uno de los suyos.

 

-¿Quiénes son competitivos hoy dentro del Frente de Todos frente a la posibilidad de que la Vicepresidenta no cambie su decisión de no competir?

-Como he sido uno de los que ha sostenido que debería ser ella, hasta el último día que ella diga que no, seguiré insistiendo en que Cristina debería ser la candidata. Pero sí hay muchos dirigentes, muchos gobernadores exitosos, dirigentes exitosos, funcionarios. Hay una variedad muy amplia de candidaturas que pueden ser buenas para la Argentina, aunque no hago nombres porque parecería que estamos pensando en un plan B antes que el plan A esté definido. Para mí Cristina sigue siendo la candidata hasta que definitivamente diga que no.

 

-¿Hay una chance de generar frustración al generar cierto entusiasmo en torno a la Vicepresidenta y que finalmente ella termina diciendo que no?

No existe ese riesgo porque en todo caso hubiera sido un impacto más directo cuando ella decidió ser candidata a Vice. Ahí estaban todas las condiciones para ganar esa elección porque había una fuerte caída de la imagen del Gobierno, de Macri, y tomó una decisión por el bien de todos los argentinos que era asegurar aún más fuerte el triunfo del Frente de Todos. Así y todo no hubo ese desencanto en la militancia porque tiene la particularidad de ser una dirigente cuya opinión es muy escuchada y de generar agenda para el bien común y no para las minorías. Entonces, independientemente de la decisión que tome, su palabra es tan importante que tiene más predominancia que la propia candidatura.

 

-Hace unos días dijo que ayudaría que Alberto Fernández dé un paso al costado, ¿sigue pensando así?

-Sigo pensando que el espacio tiene que buscar la mayor amplitud para encontrar una síntesis para la unidad. Y sigo sosteniendo que ayudaría que Alberto decida no ser candidato porque no todas las expresiones claramente están de acuerdo.

 

-¿Y no se corre el riesgo de convertirlo en un Presidente débil hasta diciembre?

No. Si vos tenés el espacio ordenado, con un candidato competitivo y políticas competitivas desde el punto de vista electoral y que refuercen tu base electoral junto a un programa que mejore la condición social de los argentinos, no veo que vaya a perder ningún tipo de poder. Si fuera que un Presidente que no es candidato pierde poder en la última parte de su mandato, habría que levantar esa medida de que no puede ser reelecto indefinidamente porque si no lo perdería en cuatro, perdería el poder en ocho años. Es medio ilógico.

 

-Decía antes que las coaliciones están en proceso de debate interno sobre candidaturas y programas, ¿cuál es el programa económico de un eventual segundo gobierno del FdT?

-El Frente de Todos es el que más cerca va a estar, siempre por concepción política e ideología, de los sectores más vulnerables y de preservar derechos de los más vulnerables. Y Juntos por el Cambio va a estar siempre, como las expresiones de derecha, de las necesidades empresarias y cada vez más alejado de la posibilidad que los trabajadores tengan derecho. Al contrario, se lo quieren quitar: basta ver los proyectos del material laboral que elevan sistemáticamente en la cámara con quita de indemnizaciones y precarizaciones laborales disfrazadas de modernidad. Lo que debería hacer el Frente en esta última etapa de gobierno es reforzar esa política de estar cerca de los sectores mejorando el ingreso de los argentinos para que tengan una mejor condición social.

 

-En ese sentido, ¿piensa que un índice de pobreza del 39,2% es un estigma para un gobierno peronista?

-El índice de pobreza en Argentina lamentablemente es alto desde hace tiempo y muy alto. Más que un estigma del Frente de Todos, es un problema que la sociedad argentina tiene que resolver, y tiene distintos vértices para resolverlo. Claramente el primero es bajar el nivel inflacionario de la Argentina porque esto impacta sobre los que menos tienen. Pero si no hay un gran acuerdo político en materia de precio e inflación entre los partidos con posibilidad alternancia en el poder, difícilmente se puede corregir esto. Y mientras esto exista van a existir niveles de pobreza cada vez más altos. Lo segundo obviamente es recuperar el ingreso de los que menos tienen a través de una política de inversión social, que también sea política de Estado. Y lo tercero generar condiciones de empleabilidad de muchos argentinos que hoy no tienen empleo. Ojalá la política pueda encontrar en esos tres puntos algún acuerdo para salir adelante. Si no va a serle muy difícil a cualquier gobierno poder salir de esa encerrona de la pobreza.

 

Mariano Beldyk

Subeditor de Política

Fuente: https://www.cronista.com/