Hay una figura, un personaje, un representante de la vida política argentina, que ha ocupado el escenario del medio pelo de la disciplina. No es un conjunto homogéneo. Hay excepciones que, aun teniendo buena parte de las características, no se deforman tanto.

El laboratorio era absolutamente pulcro. Blanco de toda blancura, piso, paredes, mesadas y cajoneras respetaban esa limitada variación cromática. Estoica, pura. La blancura de lo inmaculado o de lo absolutamente iluminado. 

En la biblioteca del Palacio Real de Madrid se conserva un manuscrito colonial español, en dos tomos, inscriptos bajo las siglas II-884 y 885. Durante mucho tiempo pasó desapercibido para los lingüistas y filólogos hispanistas. Ello en razón de una curiosidad y es que, a pesar de la importancia del texto, no tiene un título, ni un autor, ni la fecha en la que fue escrito.

Dicen que solo tenés una sola oportunidad para dar una primera buena impresión. Por eso es que cuando te vas a encontrar con esa hermosa mujer, o ese atractivo hombre, que aún no conocés, o a una fiesta con gente “nueva”, te preparás lo mejor posible, buscás tu vestimenta y tratás de ser cuidadoso en ese primer encuentro.

Las palabras y su significado son diferentes de acuerdo a quién lo dice, cuándo lo dice y en qué espacio son dichas. Se hace muy evidente con los insultos. Palabras que son ofensivas en cierto contexto generacional, social o histórico no lo son en otro. Así, mi padre no decía nunca, jamás, “Carajo” sino “Carancho” como solo un ejemplo ingenuo de estas certezas.

Representa todo un desafío el trabajo de leer los 53 tomos de las obras completas de Domingo Faustino Sarmiento. Hay que tener ganas y paciencia de monje cenobita. Pero además, buscar en la prosa del gran sanjuanino anécdotas humorísticas; es una penetrante aventura intelectual. El escritor Miguel Bravo Tedín, un estudioso de la historia argentina, lo hizo por satisfacción personal y como una entrega agradecida a sus futuros lectores. Ya está en librerías "Sarmiento: profeta del humor", editado por Mundo Gráfico Editorial de Salta.

Desde hace mucho tiempo el NOA y el NEA vienen pujando para dar a luz efectivamente una estructura socio-económica-productiva-logística llamada Norte Grande. Desde el recordado Gobernador Don Roberto Romero, este marco geopolítico está naciendo y muriendo cada tanto. Sobre todo al principio de cada nueva gestión. Livianamente se piensa que es una “linda” oportunidad de mostrar un logro de envergadura que engalane nuestra “vitrina de gobierno” aún vacía. Pero la verdad es que se trata de una construcción de una complejidad para la que evidentemente no estamos maduros en las provincias vinculadas.

Lo primero es el dolor, la indignación y el rechazo de una situación que nos pega en la cara y el corazón, con los niños muertos de desnutrición, los barrios abandonados, la pobreza urbana, las interminables filas en los hospitales, las comunidades ignoradas y la miseria rural. La voluntad política de cambiar la desigualdad existente es hija de ese dolor.

No existe la menor duda, hasta la aparición de algún nuevo producto como el grafeno que aún está muy lejos, el Litio será el elemento clave para el desarrollo de la nueva economía.

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