Este primero de mayo, obvio es decirlo, será atípico. Ni aún las guerras mundiales (que no eran tan mundiales) lograron el efecto de silenciar las poderosas manifestaciones obreras que en todo el planeta se vienen sucediendo desde 1890. Recordemos que el 1º de mayo es una jornada reivindicativa que tiene sus orígenes en la dura represión policial, ocurrida en el año 1886, contra trabajadores en Estados Unidos, que culminó con decenas de muertos y un grupo de sindicalistas anarquistas ejecutados, sin las pruebas suficientes.

En política tratar de adivinar el futuro es una práctica cotidiana, una pasión. Un deporte nacional de cada país de este planeta. Y está bien, ya que dos cosas suceden: a. lo que decida la política nos afecta y b. se adivina porque no se sabe.

En una columna anterior señalábamos que el trabajo a destajo a pesar de ser resistido por los sectores sindicales iba a cobrar renovado ímpetu como consecuencia de los importantes cambios en las relaciones laborales que ha implicado la pandemia. Esa resistencia obrera no está desprovista de razón, la expresión “trabajar a destajo” casi puede considerársela sinónimo de trabajo sin descanso. Así lo considera el propio diccionario de la Real Academia Española: “con empeño, sin descanso y aprisa para concluir pronto”.

Con el nombre de trabajo a destajo se designa la práctica consistente en remunerar a los trabajadores por unidad de obra realizada o servicio prestado (por ejemplo, se fija una cantidad determinada para pagar un número previamente convenido de camisetas o ladrillos producidos), en vez de remunerarlos sobre la base del tiempo empleado para desempeñar su trabajo. También se lo denomina como trabajo por obra, por pieza o por tarea.

Existe un tiempo que en política es muy necesario. Ese tiempo en el que o las cosas salen bien, o las cosas salen mal, independientemente de la cosa en si misma. Es decir, podemos tener la mejor intención, una de esas que pavimentan el camino al infierno, y sin embargo no rendir sus frutos.

Quien más, quien menos, escuchó hablar de Pangea. Esa fue la genial intuición del geólogo y meteorólogo alemán Alfred Wegener acerca de una gran tierra que se formó cuando se acoplaron los continentes en una sola masa terrestre.

Corría diciembre del 2020 cuando los Diputados de la Provincia de Salta convirtieron en Ley la suspensión de las P.A.S.O. en Salta. ¿La razón esgrimida?, Que de esta manera el Ejecutivo podría ahorrar unos $800 millones que podrían ser usados para luchar contra la pandemia del Coronavirus.

Paleoclimatología es la ciencia que se dedica al estudio del clima en el pasado de la Tierra. Dado que el nuestro es un planeta dinámico el clima ha fluctuado grandemente en el pasado geológico. La distribución de selvas, desiertos y glaciares ha rotado y mutado en distintas épocas. Al igual que la concentración de gases en la atmósfera, la distribución de las corrientes oceánicas, el nivel del mar, la temperatura y la salinidad de las aguas marinas.

Ud. Puede creer lo que le dice el Gobernador. Yo no. Lo lamento, pero le voy a explicar, Ud. se lo merece.

Subcategorías