La corrupción entre nuestros gobernantes es un hecho que la mayoría entiende como cierta. Incrementos patrimoniales inusitados. Intendentes que zafan luego de múltiples condenas. Otro que afirma que para robar hay que ser muy inteligente y que él era muy inteligente. Otro que forma sociedades con otro intendente y que esconde toda la maquinaria de su municipio. Muchos que no rinden cuenta. Gastos reservados exagerados. Concejales, diputados y un intendente que gestionan y en algunos casos obtienen el IFE de la Nación. Y en el orden nacional la causa de los peajes en la era macrista y la de los bolsones de López, Hotesur y los cuadernos en la era K, y los sobreprecios de la pandemia en la actual.

El año 2020 será sin duda recordado por la humanidad como un año histórico, oscuro y a la vez esclarecedor. Un manojo de esperanzas oxidadas, de seguro, quedarán flotando en las páginas de los futuros libros y en las conciencias de los memoriosos de siempre.

Empecemos por el principio. Históricamente la entrada por el Portezuelo no solo era la única, sino que su belleza era innegable. La “Aldea de tejas rojas” daba el marco para la Terminal. Hoy ese lugar es un embotellamiento diario.

Todos estamos viviendo tiempos difíciles de incertidumbre, otros de miedo, otros se sienten ahogados por el encierro; y otros encontraron una manera muy importante de convivir y de sentir con aquellas personas con las que eran simplemente compañeros de casa. Los sentimientos cambiaron, fueron surgiendo nuevas experiencias en base a esta nueva realidad que nos toca vivir qué es la pandemia en la Argentina.

Dijo Elisa Carrió: "Si la sagrada comunión no puede darse en los templos debe darse en las calles porque Jesús es el que sana y cura". Le da así a la resistencia a la cuarentena una especie de épica teológica. ¿Cómo se hace para discutir políticamente con esa afirmación?

La industria metalmecánica en Salta está destruida. Lo poco que se había desarrollado a lo largo del S. XX, con sencillez y mucha humildad, fue destruida con saña durante Martínez de Hoz primero y con Cavallo después, lo que ya eran solo resabios. FERINOA está ahí cada presentación para denunciar la decadencia.

Todos te hablan del campo agrícola ganadero, o de la industria del turismo, esa sin chimeneas, incluso de la industria minera y petrolera, pero ¿cuántas veces oyeron hablar en los últimos tiempos de la industria forestal?

Estamos hartos del coronavirus y, sin embargo –casi con deleite masoquista- no paramos de buscar noticias sobre el tema, discutirlas, especular, hacer chistes, comentarios, etc. de manera que el covid-19 se ha convertido en nuestro compañero diario e inseparable.

Ya estamos en el receso escolar, en nuestra provincia, y  es bueno analizar y evaluar que significó esta  nueva experiencia de la enseñanza aprendizaje, en forma virtual, en tiempos de pandemia. Y para ello partimos desde un estudio realizado por la docente y economista Silvia Álvarez, en el marco de la materia Gestión de Recursos Humanos, del Instituto Superior 6005, sobre las “Experiencias Docentes en la Provincia de Salta durante la COVID-19”. Sobre 510 casos, en los 23 departamentos, el 95% de los docentes realizó sus tareas mediante  teletrabajo, interactuando con sus alumnos, padres y directivos. Y a lo último ponemos a consideración una breve reflexión sobre esta nueva experiencia de enseñanza- aprendizaje para los docentes.

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